martes, 13 de febrero de 2007

Paris, la ciudad del amor

París es la ciudad del amor, un horizonte hacia el que huyen jóvenes parejas enamoradas a perderse y encontrarse; es la ciudad de las revoluciones donde el pueblo fue más pueblo que nunca. París es bohemia y refugio de escritores malditos, inspiración y tumba de músicos prohibidos.
Si hablamos de bohemia es inevitable hablar de el barrio de Montmartre, donde durante muchos años se han dado cita cientos de artistas urbanos, dejándose seducir por el ambiente que se creaba a los pies del Sacré Coeur. A pesar de que la afluencia de turistas en la zona ha propiciado la búsqueda de dinero fácil por parte de un sinfin de ávidos retratistas oportunistas, la esencia de lo que fue antaño permanece viva en este barrio que se alza como el más afable de los miradores de la ciudad de la Luz.
Y si en Montmartre queda patente la bohemia parisina, en los Campos Elíseos queda reflejada la grandeza de una ciudad que vio recorrer victoriosas a las tropas de Napoleón Bonaparte, cuyas hazañas bélicas se encuentran grabadas en el glorioso Arco del Triunfo (ordenado construir en 1806) al amparo de la siempre prendida llama en honor del “soldado desconocido”.
Si en el extremo occidental encontramos el citado Arco del Triunfo, en el otro extremo de los Campos Elíseos se encuentra ubicada la llamada Plaza de la Concordia, también llamada en su momento plaza de Luis XV o plaza de la revolución, y famosa por ser el lugar donde tuvo lugar la ejecución del monarca Luis XVI, victima de la famosa guillotina.
Otro París más amable por conocer es el que encierra en sus adentros el Barrio Latino, escenario de mayo del 68, y posiblemente el que más vida respira por estar poblado principalmente por jóvenes estudiantes. No nos resultará complicado dejarnos caer por algún club de jazz, con actuaciones en directo sobre enormes adoquines, entre los que se ha dejado brotar la hierba para propiciar una sensación mas cautivadora, o aprovechar la ocasión de perdernos por alguna librería de la zona, en la que además de encontrar algún volumen de los que resultan difíciles de hallar en librerías convencionales, se nos invitara a gozar de la lectura en sofás y sillones enclaustrados entre las estanterías.
Seguiremos por el centro de arte moderno, para seguir descubriendo los contrastes ofrecidos por la capital francesa. Efectivamente nos referimos al centro Pompidou, más correctamente llamado “Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou”, cuya construcción en 1977 transformó lo que era un deprimente barrio parisino, en un emplazamiento turístico de obligada visita. Lo que caracteriza al centro es el intento por dejar mostrar desde el exterior, las estructuras más básicas de su edificación (tuberías, conductos, escaleras…), para después imprimirle colores que realcen la belleza del edificio. En su interior tienen lugar diversas exposiciones donde hay que destacar algunos cuadros de artistas tan significativos como Picasso, Matisse, Kandinsky o Miró.
Para belleza arquitectónica la de la catedral gótica de Notre Dame, dedicada a la virgen María (Notre Dame = Nuestra Señora), y que se encuentra arropada por las aguas del río Sena.
Esta catedral es un símbolo de la creciente prosperidad que obtuvo Francia como fruto de las relaciones comerciales a comienzos del siglo XII, así como del peso que ejercían el clero urbano y la burguesía por aquel entonces, y que querían dejar constancia de su poder económico con una construcción que representara tal poderío. No obstante, a lo largo de la historia, sustanciales han sido los cambios que ha sufrido la edificación, con el objeto de adaptarse a diversas épocas.
El Museo del Louvre es otro de los puntos de visita obligada por los turistas y por todos los amantes del arte. Poco se puede decir que no haya sido dicho ya de este museo que en sus orígenes fuera un castillo medieval, y que fue transformado a posteriori en palacio real, que dio cabida a innumerables colecciones reales.
Muchos grupos de turistas venidos de todas partes del mundo ansían contemplar la famosa Mona Lisa, del polifacético Leonardo da Vinci, tomense su tiempo en conocer la extensa obra expuesta en el museo, que cuenta con otras importantes referencias pictóricas como La Venus de Milo, o grandiosas esculturas como La Victoria de Samotracia, que tiene su origen ni más ni menos que en el siglo II.
Y, por supuesto, no podremos decir que hemos estado en París sin habernos tomado la foto de rigor a los pies de la mundialmente conocida torre Eiffel, ni más ni menos que el monumento más visitado del mundo. Esta torre de hierro de 324 metros de altura fue construida en 1889 para la Exposición Universal que tuvo lugar ese mismo año, como conmemoración del centenario de la revolución francesa, y que iba a ser retirada a la finalización de esta, de no haber sido por el clamor popular que logró que quedara ahí para la posteridad. Anecdótico resulta el hecho de que inicialmente fuera a ser construida en Barcelona, pero que se viera forzada a cambiar su emplazamiento a la capital francesa tras una negativa del ayuntamiento barcelonés.
Otros lugares de gran interés que se pueden visitar en la ciudad son La Ópera (inaugurada en 1875), el museo D´Orsay (emplazado a la orilla derecha del Sena), el Moulin Rouge o La Sainte Chapelle (s.XIII). Y es que como ya hemos reseñado antes, París es mucho París, y resulta imposible enumerar todos sus atractivos sin dejarse nada de lado. Por tanto la opción más recomendable es embaucarse en un viaje por la ciudad, y entre cafés y vinos de la región que degustaremos en sus innumerables terrazas, guía turística en ristre o planificar cuál será nuestra próxima parada.


Fuente: dondeviajar.es


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4 comentarios:

viajero.rc dijo...

PARÍS, dos veces he tenido ya la oportunidad de pasar unos días en esa maravillosa ciudad, y cada vez que la recuerdo me da un escalofrío por solo saber que estuve ahí...

UniversoFF dijo...

Paris Paris es una bella ciudad me gustaría volver, todo el que va se enamora de esas ciudad!

Anónimo dijo...

Paris....yo fuy y me enamore...de la ciudad y de una chica que conoci alli....
mucha agua

truxa.. dijo...

pues yo ee enamorado en mi ciudad d euna enanita lesbiana....l quiero mas...