Si visitas Bélgica no dudes en visitarla, sus calles históricas de bellos edificios con fastuosa decoración, su magnífica catedral, la bella estación de trenes y la plaza Grote Markt merecen ser visitadas.En la plaza además está la estatua que da nombre a la ciudad, representa la figura de un centurión romano que arroja una mano (Antwerpen literalmente significa "arrojar la mano"), que dice la leyenda local pertenecía (la mano) a un gigante que cobraba peajes en el puerto de Amberes.
Hay que destacar el negocio de los diamantes en Amberes, cerca de la estación hay muchísimos negocios de joyería que pertenecen normalmente a judíos. Amberes aún hoy día es parte importante en la distribución, venta y trabajo de los diamantes. No es extraño por ello que se aprecie cierto esnobismo en determinadas calles comerciales, con tiendas de marcas muy conocidas y elitistas que son frecuentes en esta pequeña ciudad.
El clima es húmedo y gris, y al igual que en toda Bélgica la única solución para levantar el ánimo pasan por la cerveza y los gofres.Aún así recomiendo su visita, Amberes es un diamante por pulir que comprime mucha historia en sus 156 km2Amberes en Wikipedia Amberes
Vía: diariodelviajero.com
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